Candidiasis oral y estomatitis protésica

Hay un gran número de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo de forma habitual, que por norma general son inofensivos. Pero dependiendo de las condiciones que encuentren en el lugar donde están alojados, estos pueden llegar a ser patológicos, afectando a nuestra salud oral o general y producir infecciones.

La candidiasis oral es una infección fúngica causada principalmente por un hongo llamado Candida Albicans. Este microorganismo forma parte de nuestra flora oral normal (7-65%), pero en el momento en que prolifera en exceso debido a una alteración en las barreras físicas o en las defensas del paciente, es cuando se empiezan a producir los signos y síntomas.

Cualquier persona puede padecer candidiasis oral, pero suele ser más frecuente en personas de edad avanzada. Esto se debe múltiples factores, como un mayor consumo de medicamentos, una pobre higiene dental y oral, estados de inmunodepresión, ciertas enfermedades mal controladas como la diabetes, infecciones causadas por microorganismos como la Candida, el consumo de tabaco, el uso incorrecto de las prótesis, o los tratamientos con antibióticos o con corticoides, entre otros.

Las lesiones causadas por el hongo Candida Albicans suelen aparecer frecuentemente como placas blancas o rojizas aterciopeladas en la mucosa yugal o en la lengua, pudiendo llegar a afectar el paladar, las encías o la parte más posterior de la cavidad oral.

Además, se puede observar enrojecimiento, sangrado o inflamación de dichas placas, llegando a provocar dolor o dificultad al comer, beber o tragar. Dependiendo del tipo de lesión podemos encontrar diferentes subtipos de candidiasis: candidiasis pseudomembranosa, candidiasis atrófica o candidiasis hiperplásica crónica, entre otras.

La candidiasis oral no suele provocar complicaciones graves, a excepción de aquellos pacientes que puedan tener el sistema inmunitario muy débil. En estos casos se debe controlar la posible diseminación del hongo a otras partes del cuerpo causando problemas más graves de salud general. Las principales medidas para prevenir la candidiasis oral son:

  • Correcta higiene dental y bucal: cepillado mínimo 2 veces al día, añadiendo el uso de hilo dental o cepillos interproximales en los casos en que sea posible.
  • Control de la prótesis postiza: quitar la dentadura cada noche, mantenerla limpia y controlar que ajuste de la mejor manera posible, evitando posibles irritaciones o heridas.
  • Control de la xerostomía o sequedad oral: pedir consejos y recomendaciones a tu dentista para evitar la sequedad oral, principalmente provocada por el consumo de medicación.
  • Enjuagues orales: enjuagar la boca con agua después de tomar ciertos medicamentos, como pueden ser los inhaladores corticoesteroides.

En el caso de poder observar lesiones como las descritas anteriormente, la opción más acertada y recomendada es contactar con el/la odontólogo/a para poder hacer un diagnóstico correcto y empezar de la manera más precoz posible con el tratamiento de las lesiones que se encuentran en la cavidad oral del paciente.

El principal objetivo del tratamiento es impedir la propagación del hongo, remitir la infección y dar instrucciones para posibles recurrencias. La primera actuación y más importante será conocer la causa de la presente infección para poder eliminarla, y posteriormente el suministro de antifúngicos tópicos u orales, además de mejorar e incrementar la higiene oral y dental del paciente.

La estomatitis protésica es una inflamación crónica de la mucosa oral que está en contacto con las prótesis removibles de los pacientes portadores. Es una consecuencia no muy frecuente entre la población portadora de prótesis removibles, siempre y cuando el uso, la limpieza y el mantenimiento de la prótesis tiene que ser la correcta y recomendada por el/la odontólogo/a. 

Las prótesis dentales deben usarse únicamente durante el día, siendo retiradas para dormir previamente higienizadas con agua y jabón, o con pastillas efervescentes específicas para la limpieza de prótesis removibles. Este uso hará que se puedan evitar heridas, infecciones o inflamaciones. Para poder prevenir está inflamación es recomendable seguir unas pautas específicas:

  • Profilaxis e higiene de la prótesis: se debe mantener una buena higiene de los dientes remanentes del paciente y de la prótesis con higienes frecuentes cada 6 meses aproximadamente.
  • Recambio regular de los cepillos: se deben cambiar regularmente tanto el cepillo dental como el de la prótesis.
  • Uso adecuado de la prótesis: lo más importante a tener en cuenta es no usarla para dormir y dejarla limpia para el día siguiente.

En caso de que el paciente presente esta patología, en primer lugar se le dará la máxima importancia a la higiene y uso correcto de la prótesis. En caso de que haya síntomas de dolor o ardor se prescribirán antifúngicos, ya que se entiende que hay una sobreinfección causada por el hongo Candida.