A menudo oímos hablar de que el estado de ánimo y las relaciones sociales influyen en el estado de salud y el bienestar de las personas. Existen numerosas evidencias de que una adecuada socialización influye positivamente en nuestra salud, mientras que las situaciones de soledad y el aislamiento social pueden afectarla de forma negativa.
Varios estudios indican que las personas que se sienten solas están expuestas a un mayor riesgo de contraer enfermedades como cardiopatías o hipertensión, e incluso a la aparición de la enfermedad de Alzheimer, y aumenta el riesgo de fallecimiento en las personas mayores.
Esto se debe a que pueden producirse alteraciones en la tendencia de las células del sistema inmunitario a promover la inflamación que, si bien es necesaria para la recuperación frente a lesiones, puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades crónicas si se prolonga excesivamente.
Como vimos en un artículo anterior, alteraciones como la gingivitis, consistente en la inflamación de las encías y considerada como la fase inicial de la periodontitis o enfermedad periodontal, puede desempeñar un papel decisivo en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
No obstante, los efectos de la soledad y el aislamiento en la salud bucodental de las personas mayores no han sido ampliamente investigados. En este sentido, queremos destacar el estudio desarrollado por investigadores del NYU Rory Meyers College of Nursing y publicado en la revista ‘Community Dentistry and Oral Epidemiology’, que pone de manifiesto los efectos de la soledad y el aislamiento en el número de dientes restantes y la tasa de pérdida de dientes entre las personas mayores.
Realizado en base a la de la Encuesta Longitudinal de Longevidad Saludable de China, y con una muestra de 4.268 adultos mayores de 65 años o más, las conclusiones del estudio indican que la soledad y el aislamiento social se asocian a un menor número de dientes restantes y a una pérdida de dientes acelerada entre los adultos mayores chinos.
Si bien es necesario seguir ampliando las investigaciones en este ámbito, en Dental Residency siempre hemos alertado de que el estado de la salud bucodental influye de forma determinante en el estado de ánimo y las relaciones sociales de las personas mayores, y muy especialmente entre aquellas que viven en residencias debido su grado de dependencia o a problemas de movilidad.
Nuestra experiencia nos indica que no poder realizar actividades cotidianas como alimentarse con normalidad o sonreír debido a la pérdida de dientes, repercute negativamente en sus relaciones, favoreciendo el retraimiento social y el aislamiento. Y esto a su vez, como indica el mencionado estudio, contribuye al deterioro de la dentadura, agravando el problema.
En Dental Residency estamos convencidos que el papel de la odontología adaptada a las capacidades físicas, mentales y anímicas de las personas mayores es fundamental, y que requiere tanto el conocimiento técnico especializado como una especial sensibilidad para poder dar respuesta a la enorme necesidad desatendida del colectivo de personas más vulnerable. Porque la odontología domiciliaria no es un capricho, es una verdadera necesidad social.