Como hemos ido explicando en anteriores artículos, la salud bucodental mantiene una estrecha relación con el estado general de salud. Una mala salud de nuestra boca y dientes puede propiciar la aparición de enfermedades o bien contribuir al agravamiento de patologías existentes, por lo que es un factor de riesgo de enorme importancia y muy especialmente entre las personas mayores.
En estos artículos hemos visto cómo la enfermedad de las encías puede contribuir al desarrollo del glaucoma, la relación bidireccional entre la periodontitis y la enfermedad de Alzheimer, la influencia de la salud bucodental en la evolución de diversos síndromes geriátricos, la aparición de diversos tipos de cáncer oral, o la influencia sobre el desarrollo y el tratamiento de la hipertensión, entre otras patologías.
En esta misma línea, una reciente publicación de la American Heart Association sigue aportando evidencias sobre la relación de salud bucodental y nuestra salud general, en este caso centradas en la relación entre la deficiente salud bucodental y el deterioro de la salud cerebral que han constatado diversas investigaciones.
Así lo establece el estudio desarrollado por científicos de la Yale University School of Medicine, que demuestra que la periodontitis o enfermedad de las encías, el edentulismo o pérdida dentaria, y otros signos de mala salud dental, además de una deficiente higiene oral debida a los malos hábitos de cepillado y a no eliminar la placa bacteriana, contribuyen de forma significativa al incremento del riesgo de aparición de accidentes cerebrovasculares.
El estudio se basó en datos de 40.000 adultos recopilados entre 2014 y 2021, obtenidos mediante resonancias magnéticas. En concreto se analizaron hiperintensidades o daños acumulados en la materia blanca del cerebro, que pueden afectar a la memoria, el equilibrio y la movilidad, y el daño microestructural, variaciones en la arquitectura fina en comparación con la de adultos sanos de edades similares.
Los resultados indican que las personas con propensión genética a la caries, las personas edéntulas o aquellas que necesitan dentaduras postizas tienen una mayor carga de enfermedad cerebrovascular silenciosa, un hallazgo que se sustenta en el aumento del 24% en la cantidad de hiperintensidades de la sustancia blanca visibles en las imágenes.
Y en el caso de las personas con una salud oral deficiente, se registró una variación del 43% en las puntuaciones de daño microestructural visibles, esto es, un incremento del daño a la arquitectura fina del cerebro.
Si bien los investigadores matizan que es un estudio preliminar y es necesario recopilar más evidencias, concluyen que una mala salud bucodental puede causar deterioros en la salud del cerebro, por lo que es necesario reforzar la higiene oral como medida de prevención.
Cabe considerar por tanto que, dado que se trata de un factor de riesgo fácilmente modificable, es fundamental fomentar los hábitos saludables tanto a nivel de higiene como de estilo de vida o de hábitos de alimentación. Y este es un aspecto que adquiere una importancia crucial en personas vulnerables como es el caso de muchas personas mayores.
Por este motivo, en Dental Residency trabajamos intensamente para impulsar las medidas de prevención, tanto a través de revisiones gratuitas a todos los residentes de los centros residenciales y centros de día con los que colaboramos, como mediante actividades de formación sobre salud bucodental.
Estas actividades abarcan aspectos muy diversos, desde el desarrollo de hábitos de higiene adaptados a las capacidades de los residentes, la adecuada limpieza de las prótesis removibles, la correcta aplicación de las pastas adhesivas para su sujeción, o los consejos para mantener una dieta sana que favorezca la conservación de la salud bucodental. Y lo hacemos porque es parte de nuestro compromiso con el objetivo de que puedan disfrutar de la salud, el bienestar y la calidad de vida que tanto merecen.